Seguidores

24 mayo 2012

Los Conjeturadores


Una Cuota de voyeurismo.

Otra de perversión.

Y una muy muy lejana de astucia.


-Los Conjeturadores- Nacimos desviados   
Próximamente

Viaje al Centro de la Psique


#33
Evangelistas del Facebook
PorRodríguez

Últimamente tengo un problema. Bah tampoco es un problema, sino algo que se viene repitiendo y me rompe bien las pelotas.

En una charla eventual con mis amigos, amigos de mi novia, primos segundos, hermana, gente del “medio” (dios, que mierda decir gente del “medio”) como de la nada sale una especie de sugerencia, de sugerencia en calve enfática, de pregunta encubierta; no sabés si va con signos de exclamación, o si es una pregunta declarada. No sabés si es un reclamo, una orden a acatar o qué cosa. 

Como de la nada dicen: “¡¿Por qué no te haces un Facebook?!”
Repito, por la forma en la que lo dicen no sabés a donde ponerle la acentuación. ¿Me estás preguntando o me estás “invitando” a la reflexión, a que recapacite o algo?  
En los dos casos es un reclamo.
En ambos casos me rompe las pelotas por igual.
Me subestima, me invade.

Primero: es ponerse por encima, es pedante, es de mandón, de superado:
“Yo como soy capo, y tengo Facebook, te invito a vos que no sos tan capo a que con una cuenta de Facebook seas capo como lo soy yo.”    

Segundo:
¿Por qué me tendría que hacer una cuenta?
¿Me estoy perdiendo de mucho?
¿Por qué te interesa tanto que yo esté ahí?
Sé que no tenés acciones, ni que el bueno Zuckerberg te paga por cada nuevo usuario registrado.  
Entonces ¿por qué querés taaaanto que me una a esa comunidad? 
Te juro que no entiendo.
La conozco, entré con gente que tiene cuenta a ver un videito, a ver comentarios o alguna información y no me pareció gran cosa. Sí, útil en ocasiones, pero no imprescindible.
No sé que lo diferencia de los blogs o de otras comunidades.


Lo respeto igual. No digo que esté mal tener una cuenta, lo que no entiendo es por qué esa “militancia”, ese evangelismo fanático.

¿Qué, teniendo 297 amigos te sentís solo igual? ¿Querés llegar a mil, a 10 mil, a un millón?
¿Te sentís mal compartiendo toda tu vida vos solo, querés que todo el mundo comparta sus miserias? ¿Necesitas que todos vean y vos ver las miserias de TODOS?

“Comiendo fideos y tomando un rico vinito con Fer”

“Fin de en Mar Chiquita: Acá les dejo las 325 fotos!”     

“Volviendo a casa en el 106. Odio a la gente”

“Feliz cumple pa!!!! Una de las dos únicas personas que quiero en el mundo!”
   
“Al fin llego el día... esta noche parto a Costa Rica!!”

“Vamos amor cada vez falta menos! iupiiiiiiiiiiiii!!!!!!” (quééé? De que hablas?)

“Que lindo dormir hasta tarde diossss!!! que suerte q mi bebu ya creció y no llora más de nocheeeeeeee”

“Mi masa casera de pizza es Todo!!!”

“Si alguien me engaña lo crucifico de por vida, forever ok?


Sin palabras.

Por su puesto que pensar que toda la gente usa esta “magnifica” red social para cosas como esta, sería errado. También se usa para garchar, para reencontrarse con ex compañeros del colegio (que no hacía falta reencontrarse) y para garchar. (Ah, ya lo dije!).

No, enserio. Hay gente que lo usa con fines comerciales o para dar a conocer su trabajo social, artístico etc. Sobre todo las “Fanpage”, donde el acceso es libre. Si uno no tiene cuenta no puede poner el tan afamado “me gusta” pero puede ver la información. Suficiente. (Dicho sea de paso el nuevo diseño de estas fanpage es insólito. ¿Por qué hay dos columnas? ¿Qué es lo nuevo que se va posteando; del lado derecho o del izquierdo? ¿Por qué en algunas hay información repetida?). 

En conclusión:
Que se entienda bien, mi descargo no es con Facebook, sino con la gente.
Es para ellos este grito de guerra, porque no tengo nada en especial ni con Internet en general, ni con Facebook en particular. No me hago el snob, ni el que estoy afueras del mundo. Me gusta Internet; tengo varios blogs, cuenta en youtube, en taringa, en mercadolibre. 
Que sé yo, se dio así. Cuando Facebook se popularizó, no me hice y ahora no tengo ganas.

Al finalizar la charla con el grupo de amigos de turno digo:
–¡Ah che, pero me hice un Twitter!
–¡¡¡Dejate de joder!!!! –Me dicen con un recelo que sigo sin poder entender.  

18 mayo 2012

Los Conjeturadores


No es inventar

No es adivinar

No es deducir

Es Conjeturar


-Los Conjeturadores- Fisgones profesionales   
Próximamente

07 mayo 2012

Breve catálogo de insoportables domésticos #1: El abogado del calendario



Estrenamos sección de la mano (y el lápiz) de: Andrés Alberto

Pasen por su Revista Pis y no olviden comprar su libro “La Dura Vida”.
Mirenlo por ustedes mismos: http://revistapis.blogspot.com.ar/
(vieron que no miento)

Viaje al Centro de la Psique


#32
Segundo registro de obsesión conciente
PorRodríguez

Cuando era chico me cansaba, me agotaba la sola idea de tener la necesidad de respirar, pestañear y tragar saliva a la vez. 

Al racionalizarlo me volvía loco. No sabía qué hacer primero y qué después. Cada cuánto respirar, cada cuánto tragar saliva y/o pestañear.

Me pasaba en momentos muertos de la vida; a la hora de la siesta, en alguna sala de espera, en una clase de matemáticas, (dónde claramente no prestaba atención), o cuando me iba a dormir sin sueño.

A parte de ser uno de los primeros acercamientos a mi lista de obsesiones o manías. Creo que fue también una especie de primer crisis existencial. No sé cómo explicarlo, pero esa sensación me generaba angustia, un vacío raro, tendría más o menos 10 años. 
Pensaba que a medida que iba a ir creciendo, se iba poner cada vez peor. No me entraba en la cabeza, como la gente podía vivir así, con semejantes “tareas”: Pestañear, tragar saliva y respirar. Acciones interconectadas entre sí, en simultaneo e intercaladas, respetando una suerte de ritmo, de melodía muda, de coreografía invisible. Demasiado trabajo. Demasiada presión para un chico de 10 años. 

Y cuando me pasaba, a su vez pensaba que me estaba pasando. O sea, era conciente, decía: “oh no, ahí viene de nuevo”; “Ahí me está pasando otra vez”. 
Y me desesperaba pensar en pensar.
Me volvía loco.
Y lo peor es que no se lo podía decir a nadie. Me lo tenía que tragar. Por consiguiente una nueva carga. Al martirio de pestañear, tragar saliva y respirar se le sumaba el No poder compartirlo, el no poder sacarlo afuera.
Pensaba que iban a pensar que estaba loco. Y yo sabía que les pasaba a los “locos” de mi edad: Directo a la psicopedagoga. (Más tarde me mandaron pero por otro motivo que no viene al caso).
Entonces me callaba la boca. Era algo que enfrentaba solo. Era yo y esos pensamientos laberínticos. Yo y la obsesión de pestañear, tragar saliva y respirar, cara a cara. Otros se disputaban (entre compañeros) por un pebete de jamón y queso, por un bocadito “Holanda”, o por la pelota “Macu”, en la calle o en algún recreo. A mí, en ese momento, me tocó un duelo interno y secreto.       

Pero bueno por suerte acá estoy: Sano y salvo (?)

Por suerte con el tiempo fui mejorando (?)
O bueno, al menos, pude ir dejando de pensar al pedo (?)
Lo que es seguro que pude relajarme y disfrutar (?)

Por suerte sino, no sé que hubiera sido de mí y de la hermosa salud mental que luzco en la actualidad del hoy (?).  

Viaje al Centro de la Psique


#31
Odio las charlas eventuales con viejas chotas y mozos (en el orden que quieras)
PorRodríguez

Odio a las viejas en la parada del bondi, refugiadas de la lluvia o el sol, o simplemente apostadas al poste de la parada como si fuera radio 10 o almorzando con Mirtha Legrand.
Odio que me miren directo a la cara cuando bajo del cordón para ver si viene el colectivo.
Me explico: bajo del cordón, me asomo y miro al horizonte, el tiempo parece suspenderse por unos instantes, me siento un cazador, un suricato, pero cuando bajo la cabeza y encaro la vuelta a la vereda, las viejas me miran directo a la cara. Buscan en mi cara una expresión de “viene el bondi” molestísima. Dejame en paz, no quiero darte información de nada. No nos conocemos. ¿Qué me miras? Me molesta, me rompe bien las pelotas. Bajá del cordón y mirá vos vieja vaga. Si podes, no están tan hecha mierda.
Te conozco, sos de esas que da lastima para que le den el asiento.

El odio, por mirarme a la cara para ver si viene el bondi, en parte es porque el bondi NO viene. Me rompe más las pelotas, porque seguro que la vieja espera encontrar un interlocutor para hablar del transito, de la mala frecuencia de los colectivos y de la mar en coche. No, con migo no vas a tener esa suerte. Yo no hablo con viejas chotas, yo no hablo con gente que me incluye en sus opiniones de mierda. Yo soy de esos que cambio de bar cada dos por tres para no tener ningún tipo de relación con los mozos. Otros que me rompen las pelotas. Todos hablan de lo mismo, se paran ahí, cerca de tu mesa con la bandeja bajo el brazo y miran la televisión (casi siempre en TN) y comentan algo al aire, algo en voz alta, para que piques. Nooooooo. Con migo no.
Yo bajo la mirada y pongo mi mejor cara de póker. O a lo sumo apenas le sonrío y me paro para ir al baño, cualquier movimiento brusco que desconcierte es bueno. O la mejor es mirar el celular, mirarlo y hacer de cuenta que pasó algo, que alguien te mandó algo. Lo mirás, buscás en el buzón de entrada y haces de cuenta que respondes. Pero en realidad estás borrando mensajes o escribiendo cualquier cosa.
Otra es buscar algo en la mochila, esa no falla. Me meto de cabeza y revuelvo todo, me hago el que no encuentro y finalmente saco todo. Un libro, un cuaderno, una carpeta, lapiceras. Pongo cara de trabajo, pongo cara de preocupado, de “tengo un quilombo”. Doy vueltas, abro todo a la vez, miro la agenda, anoto algo, (hago que anoto), abro el libro y releo el índice, para cuándo levanto la vista el mozo se mando a mudar. Fiu. Listo, me apoyo sobre el respaldo de la silla y me digno a mirar por la ventana.
Otra guerra ganada, otro mozo espantado. Ya en ese bar no hay misterios para mi.

Pero volviendo a las viejas de la parada del bondi, ¿dije que las odio? sí, creo que si. Por eso hago la vista gorda, por eso uso anteojos negros, por eso me mantengo con cierta distancia en la parada, para evitar viejas, para evitar cualquier tipo de charla superflua y pelotuda. No es que me haga el profundo, pero ya se entiende ¿no?.  

03 mayo 2012

Los Conjeturadores



Ni chusmas de barrio.

Ni detectives de la serie negra.

Ni perversos sin nada que hacer.

Ni espías rusos. 


-Los Conjeturadores- Voyeurismo Funcional y Cotidiano
Próximamente