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27 noviembre 2012

La personalidad según la tipografía


PorBigoteFalso

El word es hoy día una herramienta fundamental para el escritor, aspirante, periodista, investigador, bloguero, “poeta”, y/o cualquier persona que TENGA la necesidad de escribir algo en una letra más o menos decente. 
Los programas modernos -sin necesidad de ser un excelso diseñador gráfico poseedor de más de 74 mil tipografías distintas- permiten una gran cantidad de dignas, muy dignas fuentes. La elección (o la no-elección) de una tipografía determinada para desplegar su trabajo, su obra, o menester va a hablar de uno, a charlar, a dialogar sobre quiénes, cómo, por qué y dónde somos.         


Time New Roman = Periodista de oficio, hace tiempo que perdió la motivación / Cualquiera que escriba cualquier cosa: Lista de vacaciones, listas de quehaceres, listas de listas. Carta para el seguro del auto, carta de intención, CVs.      

Arial = Escritor de best sellers / Investigador conservador / Podólogo  

Comic Sans MS = Infantil, caprichoso, toma coca-cola y come Rhodesia / Sexagenario que empezó con esto de la computadora hace poco / Músico: arma la lista de temas para los ensayos. Sueña con “llegar”      

Courier = Periodista Ad Honorem / Guionista independiente  

Monotype Corsiva = Aspirante a poeta. Romántico, sigue regalando flores, y dedica canciones que claramente no compuso / Tarotísta y adorador  de las fuerzas místicas      

Garamond = Inseguro, escribió poesía, hoy cuentos cortos. Tiene un blog 

Verdana = Escritor visceral. En las cenas, es el centro de atención. Le gustan los asados y el vino con hielo. Está escribiendo una autobiografía / Productor de televisión: escribe las rutinas (abusa del subrayado)      


Nota 1: Cualquiera que elige la letra, y no escribe así como venga, además de la personalidad que acabamos de mencionar, es también (y muy a su pesar) metódico, obsesivo y una pizca hincha pelotas.    

Nota 2: Escribimos el copete y estas “notas” alternando las letras para que no develen nuestra personalidad.

Nota 3: Esta nota es simplemente para desorientar un poco más.  

24 noviembre 2012

Suplemento NS/NC

El concepto de "rock" es una vieja chota, es un mozo que te da charla, un taxista que dice que el país va para atrás y te afana con las fichas.

Todo así: a ver-a ver quién toca este “finde largo”: 




21 noviembre 2012

Teorías en tres minutos: HOY “Los 3 chiflados”

Análisis estético y simbólico sobre una mítica serie televisiva  
Los 3 Chiflados

Después de un profundo estudio, minucioso, detallado y bla bla bla, hemos llegado a buen puerto (uno lindo, ponele, el puerto de frutos, que está lindo, lindo-lindo eh, no sabés como lo dejaron, en fin) con un tema que nos traía locos desde hace tiempo y bla bla bla.  

Resulta que las personalidades de los 3 personajes de esta legendaria serie podrían estar representando el aparato psíquico según la vasta y tan popular teoría de Freud.   

A saber:

Curly = El Ello:
El deseo, la pulsión.
Curly es el loco, el disparatado, el infantil, dice y hace lo que le viene en ganas sin ningún tipo de límite ni de filtro.  

Moe = El Súper Yo:
La ley, el padre.
Moe es el que pega, “corrige”, castiga, reprime. Más que nada al Ello. (A Curly)  

Larry = El Yo:
El que resuelve. El que finalmente ejecuta. Actúa. Mientras que “El Ello” demanda, “El Súper Yo” filtra, el “Yo” dispone.
Larry está en el medio de los dos. Es el que intenta mantener la calma, intenta mediar, equilibrar. O simplemente está en el medio, y como buen punto medio no hace nada. 

¿Te parece todo una gran boludés? Ok, pero pensá dos segundos en la serie. Pensá en algún capítulo o escena puntual.
¿Listo?... ¿ya está?.... y... ¿no? ¿nada? Pensá otro poquito, no seas vago.

¡Bueno che, ponele un poquito de voluntad vos también!     

Por otro lado, la loca vorágine propia de estos días que transitamos, hace que no haya conclusión. Estamos re apurados, “sorry”. La próxima vez vamos a tratar de ponerle más onda. Igual no te aseguro nada, ando a mil viste, estoy re a full boludo, de acá para allá, no paro un segundo. Bueno los dejo que me cierra el chino “chau-chau”. 


Bueh el doctor se fue y nos dejó en bolas, acá, delante de todos. Pero parece que escribió algo en una servilleta, a ver, la letra es horrible... ah sí, son algunos adelantos sobre sus futuras teorías:

“Próximamente: ‘La canilla tiene memoria’, ‘El skate volador’ (teoría que afirma que ese vehículo tan anhelado por jóvenes de 30 podría existir. Y que bueno –dice el dr.- si me dan un galpón, 70 toneladas de imán, una gorra visera y un millón de dólares te lo fabrico yo). ‘La garrapiñada es cancerígena’, ‘Cómo se rellenan los cubanitos en la cancha’, entre otras tantas, tantas, tantísimas teorías”.


Acá una imagen ilustrativa 



Nota: Esta teoría NO aplica para los capítulos de Joe y del genial Shemp.

19 noviembre 2012

Cinerama I

El nuevo nuevo nuevo nuevo cine argentino
PorCulp

Después del cine de autor, introspectivo con tiempos muertos; después del cine de género, bizarro, terror y gore: después del cine literario, del cine extremadamente narrativo con más tiempo de voz en off que de personajes en escena; después del cine de género-de autor; de las megaproducciones comerciales; de las comedias románticas para tirar al techo; del 3D de todo (comedias, dramas, melodramas y documentales); de la remasterización y re estrenos de clásicos (notorio indicio de la decadencia que padecemos); y de una vuelta al cine mudo, en blanco y negro en fílmico y a 19 cuadros por segundo, acá te mostramos lo nuevo posta. Lo último de lo último, lo que nadie, pero nadie –ni siquiera sus familiares, amigos, tías chotas, primos segundos, concuñados– ve.    
________________

PELÍCULA: Frame Fatale
DIRECCIÓN: Max - Bronco - Fernández
GUIÓN: Ángeles Lucía Dos Aires.
AÑO: 2011
DURACIÓN: 108 minutos 
GÉNERO: Thriller - Horror  

Este film parece abordar un cruce de géneros. Por un lado el Femme Fatale, variante del Thriller, películas como: “Double Indemnity”, “Bajos instintos”; y por el otro, el Horror, más precisamente películas en clave “apocalíptica”: “En la boca del miedo” o “La Fin Absolue du monde”.


La película trata sobre una manipuladora, avasallante y proactiva directora de cine, Clarisa Maicas, la cual trabaja en su ópera prima que es en realidad la última entrega de una trilogía simbólica. Es decir, ella filmó anteriormente dos películas de manera (muy) independiente: películas gore, extremadamente violentas, con rituales pelotudos, con sacrificios –reales– de animales y bichos bolita; sexo explícito y grandes banquetes de carne cruda (en realidad, sushi), sandía con vino y snaks. Estas dos películas de culto, según se dice, están malditas, produciendo efectos secundarios en los cipayos que las miran. Y con esta tercera parte (primera para el mundo “normal”, tercera para el inframundo de nerdos) según parece, la idea de Clarisa es básicamente terminar con la raza humana como se la conoce hasta la actualidad del hoy, y de paso con una terrible plaga de mangostas que azota a la ciudad.


El film comienza con ella viendo su segunda película independiente junto a su asistente de dirección. Intiman violentamente: sexo, sangre, bocaditos Cabsha, semen, lubricantes, películas en vhs y pequeños ponys vuelan a la pantalla (vale aclarar que no es en 3D).
Luego este joven, carente de personalidad, desaparece misteriosamente sin dejar rastro ni huellas dactilares, ni pisadas, ni envoltorios de cigarrillos, ni de caramelos, nada. 
Por ello le encargan el caso a un duro morochón de pelo grueso en brazos y espalda, detective: Martínez Juárez Scotto. Quien se va a introducir en el submundo del cine, descubriendo, entre otras cosas, que son todos pelotudos, corriendo de acá para allá, sin razón alguna. Pero sobre todo, siguiendo de cerca Clarisa, se va a enamorar perdidamente de ella, se va a obsesionar, va a perder el juicio por completo.  
Ella, hábil, arpía como es, va a aprovechar esa tajada para desviar la investigación hacia lugares fofos y callejones sin salida. Martínez Juárez Scotto, embobado empieza a decir a todo que sí: “Sí amor; sí mi reina; sí mi diosa del Olimpo, como usted diga; sí mi bichito de luz, mi comadreja de felpa”. Se muda a su casa, y deja no sólo la investigación sino también su trabajo, el gimnasio, y de jugar al dominó con viejos en el parque Rivadavia. Esta vía libre, le permite a Clarisa terminar con su masterplan: filmar su obra maestra, su película final. La última película de la historia de la humanidad y bla bla bla.
Ella sale a trabajar y él hace las compras, prepara la comida, y le da de comer a Roberto, el canario. 
Pero en una de esas, el detective haciéndose un tereré (hay que aclarar que es un verano de no menos de 37° a la sombra) hurga en la alacena buscando una bombilla y descubre un vhs medio chamuscado. Lo pone en la video casetera Noblex, y resulta ser la primera película de Clarisa: “Infierno en la alcoba roja”. El film no tarda en surtir efecto y “contaminarlo”, pero extrañamente le abre los ojos. Una de cal y una de arena, como se suele decir. Esta avispada le da entender que debe parar toda esa locura. Debe detener el rodaje de esa película mortal. No sin antes mirar la segunda parte, obvio: “Aullidos diabólicos en el Microcentro”.


Pero con las buenas intenciones no se ganan batallas ni se resuelven crímenes, ni mucho menos se salva al mundo. El bueno del detective Martínez Juárez Scotto llega corriendo, en una escena épica, al set de filmación, pero éste se encuentra completamente vacío, bah, vacío del todo no; algunos utileros lo están desmantelando.
Pregunta por Clarisa, por la película, y éstos le dicen que ya terminaron de filmarla, de editarla y postproducirla.
En una escena digna de un duelo de western, entre los decorados desarmados, aparece Clarisa de la nada y quedan frente a frente. Él le dice que sabe todo, que debe parar su maquiavélico plan. Y agrega que también sabe que mató al asistente de dirección. Ella lo mira a los ojos, se sonríe y le dice que eso no puede probarse. Ella no mató a nadie. Quizás sus películas, pero no ella. Él da unos pasos con ira, y balbucea algo como “Sos una perra”. Ella le dice que es tarde, que haga lo que haga ya está todo hecho. La película, que se llama “Frame Fatalle” (igual que la película que estamos viendo) ya está viajando a los festivales de Cannes, San Sebastián, Pamplona, Cali, Bermuda, El BAFICI, El MARFICI, El BARS, Rotterdam, todo Estados unidos, Toronto, Brasil, Oaxaca, Monterrey, Guadalajara, Corea de Norte, Japón, Irán, Tailandia, Tasmania, Islandia y Punta Alta.        
Martínez Juárez Scotto se acerca, la toma de los brazos fuertemente, la mira a los ojos y le dice: “y... ¿está buena?”.
-Yo no la vi, imaginate... pero sí, me dijeron que es una bomba, literalmente hablando”, dice Clarisa sugestiva. 
Martínez Juárez Scotto muerde enfurecido haciendo ruido con sus dientes y aprieta ambos brazos de Clarisa con sus manos, está furioso, pero en un descuido no puede evitar besarla. No tardan en revolcarse en el piso del set todo sucio y húmedo. Ella dice que el mes siguiente se estrena en 279 cines de todo el país. En ese momento Martínez tiene una erección como nunca en su miserable vida (un árbol petrificado es un poroto). Pero por su moral, lo poco de integridad que le queda, la reprime. Clarisa le clava una mirada penetrante (él la conoce, es una mirada de “Garchame toda”), Martínez se aleja, carbura unos segundos que no llegan ni a 60, y de golpe piensa otra vez con claridad, una claridad que no tenía desde sus años dorados de investigador, y dice: “Bueh... si igual ya no hay mundo”, ella se ríe con cara de pícara y Martínez se le tira encima.
La cámara se aleja en un travelling: se ve un plano general corto de ellos acostados, luego la imagen empieza a alejarse entrando en cuadro todo el set semi desmantelado: se ven paneles que simulan paredes de una casa, se ven restos de otros decorados, estructuras de metal, faroles apagados, sólo una luz cenital encendida baña de manera sugestiva a Clarisa (más precisamente su culo redondo, transpirado) y al detective Martínez Juárez Scotto “haciéndolo”.
Cuando la cámara está lejos, en un plano general largo, la única luz encendida se apaga.

Sobre la pantalla negra se oyen sus gemidos en aumento: Clarisa grita como loca y el detective gruñe como un animal, hasta alcanzar un orgasmo superlativo y desgarrador a la vez.   

Fin.

15 noviembre 2012

Suplemento NS/NC

Agenda del fin de semana
Bandas

El concepto de “rock” es una tía borracha, de esas que no causan gracia.
Todo así: a ver-a ver quién toca este “finde”. (?)




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Sección a prueba. 
(Está clarísimo que seguimos sin dominar los programas de edición de fotos)


13 noviembre 2012

Instructivo para besar en la primera cita

PorCulp

Primero hay que elegir bien a dónde ir.
Ni a comer ni al cine. A tomar algo está bien.
Salvo que seas Don Jonson (?), y que tengas un don (?) para el momento del primer beso, nunca deben sentarse enfrentados. Estando uno frente al otro, cualquier intento de “avance” hacia eso anhelado puede ser un peligro de dimensiones bélicas. Un centenar de elementos, que cual campo minado, podrían estallar de un segundo a otro: copas, vasos, botellas, floreros, velas, adornitos. Por otro lado para hacer semejante locura deberías tener un manejo motriz de otro mundo. Tener que pararte, encorvado, esquivando copas de cristal, con delicioso néctar en su interior, acercarte a tu chica/o, a la vista de todos, y arrimarle la boca.
¿Y si no quiere? ¿Y si su respuesta es correrse hacia atrás?
“El horror, oh, el horror”,
Vos con todo ese despliegue y ella (tu cita, no hablamos de género, esto corre tanto para mujeres como para hombres) con un simple y muy breve movimiento hacia atrás coarta todo tu (absurdo) plan.
No. De ninguna manera. Le estás dando demasiado poder. Demasiada ventaja.
Mantengamos el poder equilibrado.
Por eso... si fuste rápido y te sentaste al lado, muy bien.
Si por esas cosas de la vida; porque no supiste cómo; por azar; o porque te dormiste, quedaron enfrentados. Listo, resigná el beso (el intento del beso, todavía no tenés nada) para cuando estén caminando por la calle, en el auto o en la puerta de la casa (para los amantes de clichés), pero POR FAVOR, no te arrojes a la pileta riñón sin saber bien el desenlace. Hay gente mirando.
O bueno, si tenés una cara de canto rodado y no te interesa quedar pintado al acrílico, hacelo, allá vos.

Pero pensá: es un ratito. Pagan y salen del bar. Listo.   

(Proponemos desde acá que una solución sería: beso, chuponazo al segundo de encontrarse. Puede neutralizar un poco ese juego –que todos jugamos- de histeriqueo lindo. Pero libera tensiones, descomprime, te hace encarar la cita completamente con otra cara)
    

08 noviembre 2012

Instructivo de cómo saludarse en la segunda cita

¿Cómo saludar a tu chica/o después de un primer encuentro donde hubo besos pero nada más?

IdeaYañez
TextoCulp

Luego del primer encuentro.
Hubo cierta intimidad. Hubo cierto manoseo, ciertas caricias, besos, y esas cosas que solemos hacer los humanos. Por alguna razón no garcharon (hay muchas: ustedes pongan la que quieran). No garcharon, pero está todo bien. Hay interés mutuo. Pero esto claro, es TU interpretación. No hay taaaanta confianza como para hablar del tema. Es lo que ambos perciben; que hay onda. Hubo onda antes de los besos, y la hay ahora, después.

La segunda cita no tarda en llegar.
Acuerdan el encuentro en un lugar público, ponele Juramento y la vía, ponele (vos imaginate el que más te guste).
Él está parado en la puerta del bar de la estación. Esperando, masticando un chicle, como que te diga beldent, el azul turbo o el negro. Ansioso.
Ella viene caminando. Lo ve.
Él la ve. Se sonríen, más que nada de nervios.         
Ella se acerca, él puede dar unos pasos para acortar ese momento.

¿Qué hacer? ¿Cómo saludarse?
“¿Con un pico? Es re de novios... ni garchamos todavía”. Maquinan.
“¿Con un beso en el cachete? Noo, es muy frío, después de los besasos que nos dimos”. Piensan.

Listo, están a dos pasos, tienen que resolver.
Medio paso, ambos tiran la cara ya eligiendo algo.
20 centímetros. Si elegiste mal, ya es tarde.
Listo, que sea lo que sea, ya está. ¡Es ahora! ¡Ya! 

Ni pico, ni beso en el cachete. Una cosa amorfa, una especie de híbrido. Beso mitad boca, mitad cachete, beso en la comisura, húmedo. Un beso torpe, errático, dubitativo. Incomodidad extrema, el peor desenlace posible.

“Igual decí que hay onda, porque sino... bah, creo que hay onda... hay onda ¿no?
¡Bueno, vamos a garchar ya entonces!”. 

(Bueno, eso es todo lo que no hay que hacer)


06 noviembre 2012

Catálogo de cómo colgarse la mochila

PorBigoteFalso

Al salir de nuestras casas tenemos algo así como 9 formas de usar la mochila, aunque algunas van a cambiar con el correr del día. Cada una de ellas está ligeramente ligada a nuestra forma de ser, y a la vez nos estaría definiendo como tipos y tipas. O sea, no sabemos bien si siendo de “tal” manera, usamos la mochila en consecuencia. O al colgarnos la mochila de “esa” forma provoca que nuestra “firme” personalidad mute, cambie, se transforme en aquello que la posición misma manda. Como el cuentito cliché del huevo y la gallina (que claramente fue primero el huevo). En fin.   
O sea, es muy probable que seamos esclavos de la mochila. Ok, no es tan grave, ya sabemos que somos marionetas subyugadas de una sociedad tirana y déspota.    
Sea como sea, la verdad verdadera a continuación:  


1) Normal
Hombres y mujeres estudiantes de psicología, antropología, sociología, arquitectura, etc. todos de la UBA. También diseñadores gráficos, webs, multimedia y todas las variantes. E infantes en época preescolar.

2) Hombre en el transporte público
Es el modo de adaptar la voluptuosidad de la mochila, casi como una extensión del propio cuerpo, con el fin de evitar ser llevado por delante durante la circulación de pasajeros.

3) Mujer en el transporte público
Exageradamente atenta a cualquier posible acto vandálico, ya sea de hurto o arrebato. Soñadora que proyecta un embarazo en el futuro lejano.




4) Deportista amateur 
Hombres salidos de la canchita de Fútbol 5, oficinistas que se hacen los deportistas, pero ni bolso tienen. Usan la mochila como tal. Luego del partido, merodean las instalaciones sudados, exhaustos, con la mochila así. No les puede faltar un gatorade en mano y cada tanto se tocan los gemelos y elongan con cara de sufrimiento. Listo, la ilusión de deportista está completa. Son incapaces de admitir que para quitársela necesita la ayuda de alguien más.

5) Canchero for export
Universitario, universitaria, No facultativo. No es lo mismo. Gente de la Kennedy, de la UADE, de la de Palermo, de la UCA y un largo etcétera. De chicos veían mucho “Parker Lewis”, “Beverly Hills 90210” y practicaban en el espejo esta posición con la mochila de su hermano mayor. Solían tomar leche con cereales y decirle “Nevera” o “Refri” a la heladera. 

6) El Cancherismo: arma de doble filo
Se cree el más canchero del mundo mundial, y por sobre todo el “relajado”. Pero está más tenso que una gomera a punto de lanzar un canto rodado. Estaría más seguro y cómodo de otra forma, pero todo sea por la apariencia. Aunque, hay que decirlo, en realidad está quedando muy paquete.




7) Evangelista
Su día favorito: Sábado a la mañana, obvio

8) Tapa culo (femenino)
Mujeres en etapa adolescente (o sea, conflictuada con su cuerpo, o sea, conflictuada con todo). Necesitan más a esa mochila que al agua para vivir.   

9) Bicivoladores (BMX – Mountain Bike)
Por lo general hombres que andan a grandes velocidades por la ciudad. Son un poco aventureros. Le gusta el peligro y suelen hacer “finitos” a colectivos, motonetas y taxis. Por momentos se agarran de camiones, pero no para evitar pedalear sino para demostrase a sí mismo que son re locos. Los de Mountain Bike van cortando semáforos. Los de BMX no te esperan un semáforo ni que los maten, saltan a la vereda, pegan un doble backflip y siguen por la otra cuadra en una rueda o caminando de manos llevando la bici enganchada en los pies. Reniegan del casco y de los ojos de gato.    

Nota 1: Alguien con mochila, cualquier sea su posición, va a algún lado.
Nota 2: Alguien con mochila y auriculares va a algún lado matando el tiempo.
Nota 3: Alguien sin mochila y con auriculares no va a ningún lado, está paseando, deambulando, al pedo; básicamente siendo feliz.

01 noviembre 2012

Los Conjeturadores


Nosotros:
Miramos todo. Miramos todo lo digno de ser mirado. Aquello que se nos presenta como un film, como una posible historia: imágenes con potencial. Nosotros completamos esa cuestión. Somos sabuesos de ciudad, detectives tercermundistas, espías cotidianos. Tenemos un arma oculta a la vista de todos; dos pares de ojos, una cámara, y una modesta capacidad para el cálculo, para la imaginación guiada, para Conjeturar ¡bah! Buenos noches.   
       



Conjetura #31
¿Cómo se llama el can de esta parejita?

Parejita de jóvenes. 
Ella recién salida del colegio. No trabaja, estudia marketing (sin saber bien qué es)
Él estudia para contador en una privada y trabaja con el padre, esto le da ciertas licencias por parciales o tramites varios.
El can es perra, es de Ella. 
Son novios hace poco.
Él la pasó a buscar para hacer algo. Pero justo la madre de Ella le encajó a la perra para que la lleve a cortarle el pelo y bañarla. (Se ve claramente que tiene el pelo recién cortado)
Edades: Ella 18. Él 19. La perra 3 años. 
Es tranquila, un toque cagona, la agarraron de la calle a los pocos meses. (Es muy posible que tenga un trauma, pero no se le da por ladrar ni agretearla).     
Zonas Flores.
Viernes 16:34hs. Él tuvo un examen esa mañana, por eso no fue a trabajar. Si bien tiene botines de fútbol, se ve claramente que están demasiado limpios; por lo tanto es muy probable que sea una especie de cábala para los parciales.     

Por estas razones: simple deducciones a partir de la observación, el contexto, los detalles y, como siempre, por algo cuasi mágico que nos baja de algún “misterioso” lugar, es que Conjeturamos que ese simpático can se llama La Panky (con el “La” incluido). Es así, no sabemos bien cómo, pero lo sabemos. Punto.

Los Conjeturadores