Estudio
para interpretar la personalidad de las personas según el asiento que eligen en
el colectivo.
Al
subir a un colectivo totalmente vacío tenemos algo de cuarentipico de opciones
para depositar el traste.
Cada
asiento, cada sector, cada extremo del colectivo elegido va a arrojar rasgos de
nuestra personalidad.
No es
lo mismo sentarse en el primer asiento de los dobles, (para discapacitados, no
siendo discapacitado), que sentarse en el último de los asientos simples.
Para
cada uno hay un mundo de interpretaciones.
Cruz
Rojo: Si se sienta una persona que no
es discapacitada, menor de 60 años, y sin un peceto en forma de bebé en brazos,
entonces estamos hablando del autentico limitado. Aquel sujeto que no puede ver
más allá de dos o tres centímetros de sus narices. Vio un asiento libre y se
sentó. Sin sospechar si quiera que al subir cualquiera de los casos mencionados
va a tener que ceder el asiento. Esta persona nunca espera a su partener
en el momento íntimo, llega siempre
primero al clímax. Cuando cocina no puede evitar "picar", y nunca espera a que termine el microondas, saca las cosas faltando varios segundos.
Negro:
Gris:
Alma de chofer.
Siempre quiso manejar un colectivo pero por una cosa u otra no se le dio. Mira por
encima del asiento del chofer y estudia sus movimientos. Le gustaría usar la
maquinita de las monedas y de la SUBE más que nada en el mundo. Abrir y cerrar
las puertas y decir frases como: “vamo´, arriba”; “Un pasito al fondo”. Cuando era
chico jugaba al wonder boy, pero nunca logró llegar demasiado lejos. Sueña con
que un día el chofer le diga “¿Querés dar una vueltita?”. O “¿No te cobras unos
boletos?”. Este amor por el colectivo nació cuando de chico le llevó el chupete
a Carlitos Balá, y éste (o la producción del programa) en compensación le
regaló un colectivo 60 de colección. Música preferida: el chiflido ese de
viento que usan los colectiveros. Color preferido: el celeste.
Azul: Chusma de barrio. Se sientan para estar medianamente
cerca del chofer para quejarse, reclamar o denunciar todo tipo de cosas. Son
los que apenas se sube una embarazada empiezan a gritar: “¡El asiento! asiento
por favor, una embarazada, ¡¡asientoo!!”. Estas personas no tienen sexo desde
hace largo tiempo.
Violeta: Justicieros. Obsecuentes de los
buenos modales y de las leyes del pasajero. Su
rígida moral no les permite ocupar los asientos de discapacitados,
entonces se sientan en esos para estar cerca y poder ofrecerlo cuando los otros
ya estén ocupados. Lo hacen con cuanta persona se acerca: sea de 50 años y en
muy buena forma o una mujer con un hijo grandulon, de 10 años. Más de una vez
le cedió el asiento a una mujer con algunos kilos de más, pensando que estaba
embarazada. Suelen llevar carpetas, cuadernos o agendas en la mano y siempre
tienen un paquete de pastillas D.R.F. de anís en el bolsillo.
Negro: Peligrosos en potencia. Seres oscuros, sigilosos y
taciturnos. Suelen ir con la mirada perdida. Claro indicio de quien cranea
algo, por lo general no del todo feliz. Van redactando mentalmente un mail
comprometido para alguien del trabajo, van pensando como manipular a su pareja
para que haga lo que ellos quieren, en fin. Suelen usar pullovers azules escote
en V. No creen en los shampoos doble acción. Y más de una vez se imaginaron
matando a todos los pasajeros apuñanadolos con una birome pic.
Hacemos
una clara distinción con aquellos que se sientan de la mitad para a tras. Si
bien hay distintos tipos de personas según el asiento, todas son mejores que
los de adelante. Como en el colegio.
Redondel
Amarillo: Personas que están siempre apuradas. Se sientan pero en el fondo preferirían quedarse paradas. Sin embargo no lo hacen por el “qué dirán”. Viven con la sensación de hacerse pis. Con decir que no se sientan apoyando todo el traste en la butaca, y su inclinación es ligeramente hacia fuera. Como que están, pero no están. Suelen ser personas que se relacionan con sus parejas de una manera no clara y con poco diálogo. La ciclotimia es moneda corriente y suelen tener ataques desenfrenados de hambre. Mastican chicle todo el día.
Redondel
Amarillo: Personas que están siempre apuradas. Se sientan pero en el fondo preferirían quedarse paradas. Sin embargo no lo hacen por el “qué dirán”. Viven con la sensación de hacerse pis. Con decir que no se sientan apoyando todo el traste en la butaca, y su inclinación es ligeramente hacia fuera. Como que están, pero no están. Suelen ser personas que se relacionan con sus parejas de una manera no clara y con poco diálogo. La ciclotimia es moneda corriente y suelen tener ataques desenfrenados de hambre. Mastican chicle todo el día.
Naranja:
Asiento que a
simple vista resulta intrascendente o incómodo, pero esconde su verdadero
carácter noble y re piola. El usuario de este cubículo suele ser mujer de
diminutas dimensiones. Personas más bien reacias al diálogo y a los roces con
carteras, bolsas, paraguas, mochilas y reglas T, de la gente parada. Sus viajes
superan los 45 minutos, pueden disfrutar del paisaje y de la ventanilla abierta
si es verano. No suelen escuchar música, ni leer, se entretienen mirando a los
pasajeros, leyendo los mensajes de texto ajenos, escuchando los diálogos
telefónicos, y de noche miran hacia adentro de las ventanas abiertas de las
casas y edificios. Tienen una fuerte tendencia voyeurista bah!
Verde:
Sensatos. Tipos
muy piolas y sin vueltas. Resueltos, van a lo seguro. Evitan el sector
delantero para no correr el riesgo de ceder el asiento. Son independientes,
autosuficientes, solitarios. Por lo general van escuchando música en mp3 o con
el celular y juegan a imaginarse en un video clip. Este carácter
romántico suele ser un arma de doble filo. Son muy enamoradizos, son los de:
“en cada viaje, un amor nuevo”. Siempre se queman con el fósforo al prender la
hornalla.
Celeste:
Molestos,
entrometidos, personas complejas, y conflictivas. Les gusta estar siempre en
boca de alguien. Pueden sacar un tema de conversación casi de cualquier cosa y
prefieren el truco pica-pica. Disfrutan con el roce, con el contacto. Son de
padres separados y abuelos muertos de chicos.
Amarillo
patito: (en el
medio de la fila de 5 y teniendo en cuenta que están todos vacíos) Este sujeto
elige el del medio, porque piensa que va a estar solo por siempre. Confía en la
gente y es ridículamente positivo. Piensa que no va a llegar el día en que se
ocupen todos los asientos y la gente se le pegue. Suelen ser personas jóvenes,
fornidas, con buenos músculos en las piernas y con calzado de goma, adherente
al todo tipo de terreno. Lo cual evita que salga disparado ante los
frena-y-arranque del colectivo. Tiene también una tendencia
controladora, ese lugar le da una visión panorámica de todo lo que sucede en el
colectivo.
Bordo:
En los extremos
suelen acomodarse los obreros o trabajadores en general, muy madrugadores y con
viajes de más de una hora. Se apoltronan en los rincones con el simple fin de
apoyar la cabeza y despedirse de este mundo, al menos por un rato. Todos
sabemos que aunque sean unos minutos de sueño, y golpeando contra la ventanilla,
aquello puede ser muy reparador. Ojo con tener un chicle en la boca, se puede
caer. Viaje mínimo una hora, pero por lo general van hasta el final del
recorrido.
Rosa: Neurótico inconformista se
queda de pie aunque estén todos los asientos libres.
Nota: Las personas que se cambian de
asiento, estando ya sentadas, en el colectivo, son frustradas que desean vivir
la vida de otro.
Bigote, sos el Weber de Flores Norte. Tremenda vivisección del mundo (que es de 20 asientos)
ResponderEliminarGenial compa!!! tremendo comentario. Te quiero pegar flor de chupón! Ya haremos justicia. Siempre tuyo...
EliminarFantástico, sublime!! eso es tipificación ideal!!
ResponderEliminarAhora, por favor, tratemos el tema de los que se sientan en los asientos al revés, que no sólo son para discapacitados, si no que están enfrentados a toda la sociedad colectivera...
Totalmeeeente! Tenemos que hacer (o conseguir) un plano de un bondi con asientos al revés y puertas en el medio. Estamos de acuerdo con eso: Enfrentados a la sociedad colectivera y a contra pelo del mundo, son personas claramente negadoras de la realidad. Ampliaremos!
EliminarGraciasss!!!
Yo creo que el asiento del medio de la fila de 5 requiere un análisis particular ya que es el único en el que no tenés de donde agarrarte en las frenadas, tenés gente a los dos lados, estás más a la vista, más expuesto. Claramente es el peor asiento de todo el bondi.
ResponderEliminarCompartimos ese punto de vista. Vamos a ver qué podemos hacer. Gracias por interesarte en este profundo estudio. Saludos!
EliminarYo soy el círculo verde que necesitás para tu vida solitaria! Ahhh...te bajás en esta...
ResponderEliminarBien, Marilú. Nos bajamos nomás. Chaucito.
EliminarVERDEEE
ResponderEliminarY cuadra perfecto con la descripción!
ResponderEliminarBuenísimo, Capitan! Si usted lo dice, no necesitamos más. Abrazo!
EliminarY el que se pone a observar todas estas cosas, dónde se sienta? Y quisiera agregar si me permite, que las cruces azules se dividen, a su vez, en dos: los que piden el asiento para la embarazada pero no se lo dan, y los que se hacen solemnemente los boludos que están durmiendo. LOS VI, FORROS. La radio está muy buena, chau.
ResponderEliminarAhí nos sentamos, justamente... para hacernos los "dormidos". Gracias por llamar, qué canción querés que te pasemos?
Eliminarhola el que escribió esto es un COMPLETO PELOTUDO argento clasico. Que sarta de boludeces
ResponderEliminarDecir "argento" es de argento de manual. Besi. Y gracias por escribir, enserio. Lo valoramos mucho.
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