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03 septiembre 2013

Tras los pasos de la pandilla robadora de alcachofas

(Si bien no postea hace años, van a poder deleitarse con nuevas aventuras en la revista#1 de Bigote Falso).  

La Comisaría Nº 0303456, del conmocionado barrio de Ranelagh, continúa incansablemente tras la pista de una banda de malhechores que se dedica al robo de alcachofas.
La comunidad vive con pavor la seguidilla de episodios poco felices que se han registrado estas últimas dos semanas.   
Según fuentes policiales la banda de hampones estaría conformada por tres integrantes: el líder, un enano de jardín conocido como Jerson Cuenca de unos 102 años de edad  y nacionalidad amapola junto a dos secuaces: un hombre de hojalata y un osito Bimbo. Se cree que este último sería  menor de edad, ambos de identidad aún desconocida.
Aparentemente, la pandilla opera no sólo deshojando alcachofas sino que también, en las últimas 203 horas, se han registrado casos de profanación de latas de conserva.
Se han encontrado innumerables latas de atún, choclo, arvejas, sardinas y paté, todas con las mismas características, según lo mencionado por el oficial José Gola: “los vándalos abren las latas e inmediatamente echan un escupo en su interior para luego dejarlas, creemos que a modo de ofrenda, a los pies de imágenes religiosas como la Virgen del Noble Repulgue y San Cocomiel”.
Los vecinos permanecen alertados y hacen referencia a la sed de justicia por mano propia: “al hombre de hojalata le podemos tirar agua y lo oxidamos, al enano lo podemos agarrar entre varios y lo inmovilizamos pero...¿qué hacemos con el osito Bimbo?” se pregunta Rita Pavone, quien ha sufrido en carne propia el robo de cuatro alcachofas. 

Al cierre de esta edición no se ha dado con el paradero de los maleantes. Curiosamente, la policía ha confirmado el hallazgo de una lata de duraznos en almíbar abierta con su correspondiente escupo, en la puerta de la Comisaría, a modo de clara provocación para con el Servicio de Inteligencia que opera en este caso. 

4 comentarios:

  1. Al osito Bimbo le ponen un embudo en la garganta y luego, pimienta.
    Al menos así ya no tendrá esa voz tan chillona.
    ¿Así que lo que estaba encima de mi lata de arvejas abierta no era juguito? Esos malhechores tienen los días contados...

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  2. Al enano lo pueden agarrar entre varios y reducirlo.
    Y reducirlo más aún.

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    Respuestas
    1. Hasta dejarlo del tamaño de "Querida reducí a los niños".

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