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24 abril 2015

La ruta de la Fugazzeta #14

Crónicas escritas con mucha hambre de gloria. Y también con mucha hambre, a secas. 
Culp & Yañez

Nos pusimos una meta: Recorrer todas las pizzerías de Buenos Aires en busca de la mejor Fugazzeta rellena al molde... Y ya que estamos también de la mejor Mozzarella, y bueno, tampoco podemos dejar afuera a la Fainá, pobrecita, ahí sola.


HOY: San Antonio
Av. Juan de Garay 3602 y Av. Boedo.

La peor noticia del mundo es llegar a comer con un hambre desesperado y que haya gente esperando en la puerta. Bueno, eso nos pasó.
Nos anotamos en una lista y a esperar. No fue para tanto, llegó nuestro turno y nos mandaron al fondo, al rincón, bien pegadito a los espejos. Ok, todo bien.
El mozo, entrado en años, se hizo rogar con un ritmo cansino. Estábamos a pico seco, como olvidamos pedirle la fainá, Seba se acercó a pedírsela, pero antes de abrir la boca el mozo lo mandó a sentarse diciendo que la pizza lleva su tiempo. Entendemos que la pizza tarde, pero ¡LA CERVEZA! ¡¿QUÉ LE CUESTA TRAER UNA MÍSERA CERVEZA?!
Luego de la afectuosa reconciliación con el mozo —se disculpó y lo tocó amistosamente a Seba en reiteradas ocasiones—, gracias al cielo llegó nuestro pedido. 

Pedido
2 Porciones de Fugazzeta
1 Grande de mozzarella
1 Fainá
1 Cerveza de ¾
1 Chop de cerveza 

Ubicación
Sentados en el salón, en el cuarto de los espejos, no hay barra.

Servicio
Vayan con tiempo, los fines de semana siempre hay espera. Para comer ahí como para llevar. (No hay delivery)
Gran detalle es traer primero la Fugazzeta y más luego la grande de muzza. Parece obvio, pero hay lugares en que el sentido común es una vieja senil.
Los cubiertos parecen haber venido del futuro con el T-1000 de “Terminator 2”, son casi de metal líquido, se doblan como una fina hoja de papel. 
Una política del lugar por demás llamativa es tirar todo al piso: servilletas, migas, chapitas de cervezas. Costumbre que no molesta al comensal. Al menos, a nosotros.
Al momento de traernos la cuenta nos facturaron una ‘Stella’ de litro en lugar de una Quilmes ¾, cosa que abultaba nuestra cuenta. Se lo hicimos notar al mozo, nos hizo la cuenta en la cara y sí, estábamos en lo cierto. Aparentemente no era mala voluntad de él, sino del cajero.  

Calidad
Pizza al molde.
La Fugazzeta pica alto. Viene cuadrada y sólo se puede pedir por porción. Las cantidades del queso son proporcionadas. Ni te quedás con las ganas ni te inunda el plato. Se siente bien el sabor del queso fresco o cuartirolo. Cebolla bien cocida y la masa amigable. La base estaba un tanto quemada, pero nada grave.
La mozzarella tiene una masa suave, tirando a esponjosa. El queso es rico, por momentos quizás parece un tanto aceitoso, pero no defrauda. La salsa, de carácter más bien casera, deja sentir el tomate fresco, cortado como en los mejores tucos de la abuela. En términos generales, pelea.
La fainá es muy sabrosa. Otra que se apunta para la gran final.   

Precio
Porción de Fugazzeta = $20
Grande de Mozzarella = $110
Fainá = $12
Cerveza  ¾  = $45
Chop de cerveza = 24

Puntaje (Sobre 8)
6 Porciones

Conclusión  
En términos generales es una muy digna pizzería de antaño. Mantiene su ritual y su sabor tradicional. Fines de semana hay que armarse de paciencia, tanto para entrar como para que luego llegue la pizza.
Pese al bullicio en el salón y la cantidad de gente, volveríamos.   


Nota: Como habíamos pedido pizza para 5, más o menos, nos trajimos las sobras. Un par de porciones de mozzarella que las comimos en varios días. Seguían esponjosas. Un dato que te habla de la buena cocción de la masa. 








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