Me miro las manos.
Noto algo raro.Las tengo azules.
Me las miro bien.
Las tengo azules tirando a morado.
Onda descomposición. Onda grado de hipotermia o algo así. Pero hace frío, podría ser eso. Se las muestro a Lucila, que salta de la silla al grito de:
—¡¡¡Es esclerodermia!!!
—...
—La enfermedad de Iván de Pineda. A ver, mostrame, dejame ver.
—Nahh, pará.
Pienso qué estuve tocando últimamente. No se me ocurre nada. No puede ser esclero-eso... como se diga.No pasa nada. Pero las tengo realmente muy azul-morado. ¿Qué onda? Me inquieto. Sigo pensando.
Lucila al borde del colapso dice: Ahhh, no, es el jean nuevo. A veces pasa eso con los jeans nuevos. Y más con los azules oscuros.
Me lavo las manos.
Veo como la tinta se escurre por el lavatorio, a la vez que mis testículos vuelven al sitio donde pertenecen: la entrepierna.
Sebastián Culp.
2015
La felicidad que tuviste minutos después no te lo paga nadie XD.
ResponderEliminarAsí es mi fiel amigo!
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