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09 junio 2011

Carla: la iconoclasta

Mail II
Asunto: Bienvenido Bienvenido amor

Ay amigas... ¿cuándo aprenderé a no mentirme más? Resulta que el sábado se quedó “Fernando” a dormir en mi casa, como de casualidad, como mis últimos 34 romances... El domingo llorosa falté al trabajo, no voté y me amotiné en Kokomo a comer cosas ricas del día anterior. Una vaga sensación de no querer dejar pasar... como pasa el tiempo... (silbando bajito) me llevó a escribirle un mail cortito y al pie, que básicamente decía. "Me re gustas, pero creo que nunca me vas a llamar para salir a tomar algo y eso ya me agota de mi misma", y él me contestó... "Uf, ni me imaginé que gustaras de mi, disculpame, no estoy para construir nada"
Y me molestó. Me dejó es evidencia. Una vez más, ante los ojos del convencionalismo femenino, yo quedo como la sufriente rechazada. Estoy enojada con el manifiesto de cariño que le hice, porque lo mío fue liviano y él, muy campante en su desgraciada melancolía, me aturde oscureciendo mi sonrisa con una palabra como "construir" cuando yo no le hablaba de edificios sino de tomar algo. Arquitecto de la soledad! Andá a construir moteles venidos a menos en Constitución! Yo me voy a tomar algo, con alguien que me quiera invitar.
Chicas... tengo herido el ego.
¿Por qué decidí mimarlo si yo sabía que el no quería invitarme a salir? ¿Cuántos pisos más abajo hay? ¿Por qué no se me rompe el ascensor emocional así me quedo acá, en bajo 20, y no aspiro a llegar a las napas subterráneas? ¿Por qué el humillándonos sigue teniendo estrofas si es una canción que nació hace 10 años!!??? ¿Acaso Emanuel Ortega le sigue escribiendo más letra a "Me mata la timidez"? ¡¡¡No!!!
Estoy furiosa y avergonzada, humillada y encima... rechazada! Cuando yo sólo quería decirle que me invite a tomar algo o que no se quede más a dormir conmigo! Maldita yo que no aprendo más.
¿Y en qué momento se me ocurrió pensar que un peronista cocainómano podía invitar a salir a una sensible y frágil actriz? ¿Y en qué momento pensé que una sensible actriz quería a un peronista cocainómano...? Capaz si invirtiera acciones en la casa de Royal Mc Donalds... o donara más vueltos en farmacity para Unicef... dejaría de lado mi costado voluntarioso y buscaría un chico capaz de querer algo más que drogarse y tocar fondo cada 5 minutos... Capaz si recogiera Koalas sordos de una reserva oculta del África y limpiara el San Martín a las 3a.m. cada día... podría dejar de lado mi utopía de salvar el mundo de los chicos malos que quieren morir en los brazos de Jim Morrison. Claaaro... son malditos frustrados por no haber vivido el flower power, por no haber muerto a los 27 como dignas estrellas del ruack, por no haber luchado por la paz desnudos junto a Lennon y los muy resentidos ponen palabras en mi boca que yo nunca dije, me hacen creer que el amor ya fue y ni siquiera me hacen sentir Cecilia Dopazo en “Tanguito”!
¡Los odio! Odio alimentarles ese ego agujereado que tienen por su propia inseguridad. Yo me lo tendría que comer a su ego... como si fuera un queso gruyer...  en vez de llenarles los vacíos. ¡El misterio es vacío! Cuando no dicen nada... es porque no tienen nada que decir! Y cuando dicen... hablan pavadas... estúpidos rockstars... ya van a ver... todos reunidos, con más de 50 años, tomando vino malo y comiendo sandwichitos de miga en un bar cerrado donde sólo suene un disco rayado de David Lebon, hablando de cómo la vivieron... bobos! Y yo... casada con un administrador de empresas egresado de la Kennedy, pelado, regordete y simpatiquííísimo comiendo locro en la casa de mis suegros en Claypole, a la que fuimos en el renault 12 que no quiere cambiar, con cinta de embalaje en las puertas como protector para los 3 niños que tuvimos y que no paran de llorar, pensando en cómo me gustaban los chicos malos... y en qué habrá sido de sus vidas... agradeciéndole a la psicología el empeño que puso en mi vida para que yo eligiera "otro patrón" de hombre... y la desesperanza y el fracaso asoman otra vez por mi ventana y se burlan de lo loser que soy...
Ahhh... qué gran espacio el bienvenido che... me libera... y me enfrenta con mis fantasmas.
Voy a tomar los votos. No quiero ni sandwchitos ni locro. Por lo menos en la Iglesia se toma vino y voy a poder ahogar mis penas.
¿Para qué existe el amor si no está? ¿Hay ruido si nadie lo escucha? ¿El huevo o la gallina? Ayyy... me volví loca.

Carla, la iconoclasta  

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