Hablando con un amigo comerciante y con otro que trabaja en
un banco, nos venimos a enterar que no hay monedas, que desde la aparición de
la SUBE, siguen faltando igual o más que antes.
Por ello esbozamos la teoría sobre el paradero de esta tan
preciada unidad de valor.
PorCulp
Con la SUBE todo el mundo pensaba que el problema de las
monedas iba a estar solucionado. Que no iban a faltar más; que ahora iba a
haber monedas para tirar para el techo, literalmente, empalarla con el dedo
gordo y hacerla girar mil veces; para la propina o la limosna (ese peaje moral
que el hombre de clase media paga para mantener la consciencia tranquila), para
tomar falopa, para hacer malabares, etc, etc. Pero no. Sigue sin haber monedas.
Entonces ¿qué carajo pasa con las monedas? ¿Cómo puede ser?
Hay, al menos, 2 millones de monedas menos en circulación por día a razón de la
SUBE. Ponele, quizá sea más.
Esta incógnita nos impulsó a elucubrar esta delirante pero
bien “posible” teoría (que ahora a nosotros nos resulta obvia, cada vez
más).
Teoría
La cosa es que desde el lanzamiento de esa “mágica”
tarjetita, SUBE, la gente ya dejó de usar monedas; ya dejó de necesitarlas; de
buscarlas a como dé lugar por cualquier recoveco, comprando en kioscos incluso
cosas innecesarias, simplemente para obtener el “cambio” en monedas para poder
viajar.
El usuario medio de transportes públicos carga la SUBE por
mes o por semana: le pone 100, 50, 25 pesos pagando –de más está aclararlo- en
BI-LLE-TES.
Es entonces que las monedas dejan de circular a troche y
moche; dejan de viajar de mano en mano; de entrar en máquinas de colectivos; de
intercambiarse por bocaditos Cabsha, turrones o chicles.
El usuario al recibir las monedas en algún vuelto casual -no
buscado, como antes- es que decide, entonces, simplemente ahorrarlas. Agarrar
algún monedero viejo, algún frasquito que oficie de “chanchito” y meterlas
adentro. Ahorrando alguna guitita para algún gustito, para algún viaje
relámpago de fin de semana o lo qué sea.
A esto se le suma la moneda de 2 pesos. Tan inservible como
molesta (sólo algunos colectivos la aceptan) ocupa el mismo espacio en el
frasco o lata, y te asegura el doble a la hora de hacer eso tan adictivo de
contar cuánto llevás amarrocado.
Estas imágenes -producto de un fino trabajo de campo-
reafirman nuestra teoría. Incluso gente dejó de condimentar sus comidas para
lanzarse a la actividad del ahorro. (Ver Foto 2)
Nota 1: Otro aporte
a este desabastecimiento monederil, es la gente que las deja en el auto. Las
acumula ahí porque no las considera “plata”. No las usa, no las lleva encima.
Las tiene para posibles limpiavidrios, para malabaristas en semáforos, para
tomarse un saque, etc.
¿Se puede ahorrar 2 lucas en una de esas botellas? OMG...habrá que ir ahorrando y ver qué pasa, pero ¿dónde consigo monedas?
ResponderEliminarQue buena pregunta Mario, digo Scabbers.
EliminarIntente armarme de cambio en varias oportunidades luego de enterarme del asuntito de la capacidad de la botella. Pero que paciencia! Mis monedas siempre terminan en el almacen cuando me compro gomitas, que se me antojan porque.. tengo moneditas para comprarlas..
ResponderEliminarClaro en la teoría no mencionamos que un gran elemento en todo esto es la conducta.
Eliminarotra teoría es que se las estaría guardando el Leprechaun, en una olla en la terminal del 168. Todos sabemos que europa està en crisis, por lo tanto huyó para estos pagos en busca de su preciado metal , el problema es que tuvo que adaptarse a las reglas tercermundista y bueno , no le quedó otra que acostumbrarse al cuproniquel y al bronce de aluminio.
ResponderEliminarun saludo para todos los que me conocen.
Es buena eh! si conseguís un registro fotográfico te firmo acá. Sino no... no puedo. Somos gente seria, con un estudio minucioso detrás de cada pelotudes que posteamos. (?)
Eliminar1. Limosna = Peaje moral. Jajajaja!!!
ResponderEliminar2. El otro día cargué la SUBE en una estación de subte y me dieron $10 de vuelto en monedas de 25 y 50. Me quedó un hombro más abajo que el otro de llevar esa cartera.
3. Adhiero a la teoría y agrego otra, bastante triste creo yo: es que con monedas ya no comprás nada. En el kiosco no tienen nada baratito que justifique pagar en monedas. Las fotocopias están re caras, etc. Entonces como que nadie las "necesita". El famoso "un pesito pa la birra" ya va quedando obsoleto ponele.
4. Un saludo para todos menos para Juanita que no la conozco (cuak!)
Naah que HDP. Las monedas de 25 ya fueron. Las de 50 vaya y pase, pero las de 25 no.
EliminarMuy cierto. El parámetro es Beldent 3 pesos. Sin palabras.
Un saludo para Vale y Juanita que no se conocen entre sí.
Permiso: No soy de creer mucho en los noticieros pero estarían confirmando nuestra teoría: http://www.youtube.com/watch?v=U_Hx25Ia8FU&fb_source=message
ResponderEliminarNuestra teoría posteada: 04/01.
Noticiero: 05/01
Y me vengo a enterar por ahi que la moneda de dos pesos es una verdadera plaga
EliminarLas monedas se las lleva el diablo.
ResponderEliminarEs así: Las armas las carga el diablo, con monedas que se llevó el viento primero y que Satán robó, después.
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