Crónicas escritas con mucha hambre de
gloria. Y también con mucha hambre, a secas.
Culp & Yañez
Nos pusimos una meta: Recorrer todas las
pizzerías de Buenos Aires en busca de la mejor Fugazzeta rellena al molde... Y
ya que estamos también de la mejor Mozzarella, y bueno, tampoco podemos dejar
afuera a la Fainá, pobrecita, ahí sola.
HOY: Angelín
Av. Córdoba 5270
Fuimos con más hambre que el Chómpiras y el
Botija juntos. (No te decimos quién sería quién, vos fijate)
Habíamos estado en un festival de bandas
indie con nuestras revistas y libros tomando cerveza y siendo jóvenes de nuevo.
Oh, sí. Oh, yeah. Arribamos a la pizzería cerca de las 12 de la noche. Ya no
quedaba mucha gente y los maestros pizzeros estaban con la mano en la persiana
a punto de bajarla, cual guillotina de la Edad Media, es por eso que nuestra
llegada les re encantó.
Elegimos la barra, y tan rápido como
hambrientos pedimos ‘por porciones’.
El mozo de la barra, alto, raro, casi
albino nos preparó el pedido en 23 segundos. Creemos que era croata, un croata
que todavía conservaba un acento muy marcado, pero que se había adaptado
totalmente a nuestro folklore. Hablaba de fútbol y gritaba como un nacido en
Boedo o Villa Crespo.
Al instante llegó una pareja con intenciones
de comer, pero la persiana estaba a media asta. Llegamos justo, fuimos los
últimos. ¡Al fin! Una bien, ¡UNA!
Nos sentamos a comer con una mezcla de
desesperación lija-adolescente que llega de bailar y encuentra pizza fría en la
heladera, y esa incomodidad de adulto muy-muy responsable que sabe ponerse en
el lugar del otro y entiende que los tipos se quieran rajar a la mierda.
(Igual, uno siempre se justifica: “Todavía hay gente en aquella mesa,
¡aguantá!”).
Pedido
2 Porciones de mozzarella
2 Porciones de cebolla con queso
1 Fainá
1 Porción jamón y morrones
2 Chop de cerveza
Ubicación
La barra: hay banquetas, punto para
Angelín. En esa barra es todo hermoso. Si te gustan un poquito los bares de
viejo, las pizzerías legendarias, los pizzeros de antaño, no sé qué estás
esperando: andá y comé en la barra de Angelín.
Servicio
Las porciones salieron a la velocidad de la
luz. Y, como dijimos, hay banquetas en la barra. Comer de ‘dorapa’ tiene su
onda pero, si venís de todo el día, una barra con banquetas es la gloria.
Calidad
Tirando a media masa. Mozzarella tranca, no
chorrea. Pero el sabor es supremo. La salsa es rica, suave. Quizás sea una
pizza simple, pero tiene algo imposible de definir; será el horno a leña, andá
a saber.
Precio
Accesible. Comer por ‘porciones’ siempre es
económico.
Punto en contra, yo, Sebastián, me quedé
con unA pocA de hambre. Siempre se pueden pedir más porciones, claro. Pero si
vas a un horario razonable.
Puntaje
(Sobre 8)
7,5 porciones. Por varias semanas estuvo cabeza
a cabeza con otra pizzería.
Bonus track: En el salón
Nos había gustado tanto que volvimos un día
con más tiempo y nos desparramamos en el salón. Mucha gente. Nos tocó una mesa
bien al fondo.
El pedido se tomó su tiempo, pero llegó.
Pedido
1 Grande mitad mozzarella-mitad cebolla con
queso (NO ES FUGAZZETA RELLENA).
2 Fainá
1 Jarra de litro ½
Acá hacemos una salvedad: no estamos
seguros de si hacen Fugazzeta rellena, o bien nuestros padres son primos y no
la vimos en la carta.
Ubicación
El salón.
Servicio
En le salón se puede pedir mitad
mozzarella-mitad cebolla y queso (al no ser Fugazzeta rellena se puede. Por lo
general, como la Fugazzeta es al molde no se puede pedir miti-miti. Igual, hay
algunas que hacen esa hermosa excepción. Ya contaremos).
Calidad
La mozzarella es especial. El queso es
riquísimo. Derretido lo justo y apenas crocante arriba. Pero apenas, muy sutil.
Como si el que está en la cocina en lugar de pizzas estuviera haciendo teteras
de porcelana china. Muy rica, pero no nos enloqueció como la primera vez en la
barra.
La de cebolla no cumplió las expectativas.
Es rica, no vamos a decir lo contrario, pero no era lo que esperábamos. Es muy
tranquila, nosotros queremos escándalo. Y la cebolla estaba tirando a
cruda.
La pizza llegó siendo lava. Punto para
Angelín, todos sabemos que una pizza fría (en un lugar que no sea tu casa) se
la devuelve.
Precio
100 pesos por pera apróx.
Puntaje
(sobre 8)
4,5 porciones
Promedio entre barra y salón (sobre 8)
6,5 porciones
Conclusión: ir con un agujero en el
estómago del hambre puede condicionar notablemente la calidad del producto. Al
menos con nuestro paladar/estómago de desesperados.
Pizza de dorapa es lo más. Tengo varias en mi haber. Lo que sí nunca mirándome a un espejo, qué onda?
ResponderEliminarJajaja! Es que en el mundo moderno de la selfie, están ganando los espejos.
EliminarABuante la pizza de parado!
EliminarJe, me imagino los mozos pensando: "daaaale flacos, apúrense que me raaaajo".
ResponderEliminarMás crónicas, en Bs As hay variedad y esto se convertirá en la "guía definitiva del buen comer (y beber)" Abrazos
Qué capo, amigu! Seor. El viernes 5 de diciembre presentamos la Bigote Falso #2, en Casa Alaska, lo invitamos a que ESTA VEZ venga! Tenemos aún una revista #1 para usteT.
Eliminar(La dirección se la pasamos por privado.
He comido más de una vez la pizza canchera de Angelín. No soy fanático de tal gusto, pero recuerdo un sabor al final muy intenso, como esos que te dicen "esperá a terminarla y sentí como sube". No, no es acidez, es un gustito de dicha pizza. No hay que no probarla, eso seguro.
ResponderEliminarYa estamos tomando nota. Es un hecho debemos volver a Angelín a por la pizza canchera!
EliminarA usted, también lo invitamos a la fiesta de presentación!
Vangaseeeee!
(Dirección por privado)