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06 abril 2015

La ruta de la Fugazzeta #12

Crónicas escritas con mucha hambre de gloria. Y también con mucha hambre, a secas.
Culp & Yañez

Nos pusimos una meta: Recorrer todas las pizzerías de Buenos Aires en busca de la mejor Fugazzeta rellena al molde... Y ya que estamos también de la mejor Mozzarella, y bueno, tampoco podemos dejar afuera a la Fainá, pobrecita, ahí sola.

HOY: Santa María
Av. Corrientes 1368

Fuimos al mediodía, un miércoles, como para cambiar la rutina, visteS. 
Teníamos un hambre para dar y repartir.
Íbamos con la expectativa alta porque un año atrás esta pizzería había ganado en “La Maratón de la Muzza”. Ya veremos.
Vamos a los papeles.

Pedido
2 Porciones de Fugazzeta
2 Porciones de mozzarella
2 Fainá
1 Cerveza ¾
1 Palo de Jacob con dulce de leche

Ubicación
En el salón. Amplio, siempre con lugar.

Servicio
Bien, correcto. El mozo era igual al amigo de Condorito, Ungenio González, y hablaba para adentro como si estuviera masticando una toalla. No se le entendía un carajo.
Le pedimos amablemente que nos trajera primero las mozzarellas y luego las Fugazzetas. Y lo respetó, pero con un criterio un tanto distorsionado: Nos trajo las mozzarellas y antes de dar el primer bocado ya estaba dejando sobre la mesa las Fugazzetas acompañadas de una palabra que jamás llegamos a comprender. Un jugador distinto.

Calidad
Pizza al molde.
La Fugazzeta tiene una lluvia importantísima de perejil y ajo. Es tremendamente invasivo. No lo podemos creer, en qué cabeza cabe esa idea, ese exceso le quita el sabor autóctono de la Fugazzeta como la solemos conocer.
La teoría que manejamos es que como a pasitos, nomás, está su competidor: El Imperio de la Pizza —que tiene más renombre que mi vieja— y le ponen perejil y ajo a la Fugazzeta, pues entonces, Santa María opta por duplicar o triplicar la apuesta: un diluvio universal de perejil y ajo (ojo, si después de ahí tenés una cita).
La mozzarela no es deliciosa, pero es digna. La salsa es suave. Rica pero suave, cosa que es jodido de hacer. El queso es rico, buena mercadería. La masa es muy aireada como de prepizza. Se deja comer, sí, pero no entendemos por qué ganó en “La Maratón de la Muzza”.
Pero nos detenemos en la fainá.
Finita, crocante, sabrosa. No es de esas tan carnosas, sino un tanto más delgada, ¡pero es suprema! Y las porciones son casi como dos fainá comunes. Un despelote.
Nos mueve el corazón (estómago) y casi podríamos aventuraros a decir que estamos frente a la mejor fainá.
En cuanto a la cerveza creemos que el punto de frío es muy importante y esta estaba en el momento exacto antes de que se congelara. Bien pelotuda.
El palo de Jacob es la muerte para un diabético, y la muerte para simples mortales como nosotros. Lo compartimos, no lo terminamos, así y todo nos hizo daño. Una bomba de estruendo de dulce de leche, rico, muy rico, demasiado; aunque la masa es un tanto seca, creemos que ya tenía varios días de gestación. Inevitable nos resulta compararlo con el palo de Jacob de “El Fortín”, donde la masa era una delicadeza.

Precio
Cerveza ¾ = $45
Porción de Fugazzeta = $20
Porción de mozzarella = $15
Fainá = $8
Palo de Jacob = $32

Puntaje (Sobre 8)
4 Porciones. Flojo. No se duerma en los laureles.

Conclusión 1:
Aparentemente manejamos un criterio distinto al de la gente que participó en “La Maratón de la Muzza”, salvo por la fainá, no llega a lo que pretendemos de una pizza.

Conclusión 2: 
Ojo con ir a almorzar “de paso” con mucha hambre y después tener que seguir con la actividad diurna. Y si clavás una birra y un palo de Jacob, listo, dejate morir en la vereda.











La foto es malísima, pero posta era Ungenio González. 

4 comentarios:

  1. Ungenio...yo me acuerd de Cara de Palo y Huevo Durro jajajajaja. Abrazos

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  2. Hace diez minutos me estoy imaginando a alguien mordiendo una toalla y tratando de hablar y no puedo, no me sale, la tele me consumió la imaginación.

    La fiesta de dulce de leche en esa foto es magnífica. Voy a empezar a comer esas inmundicias de nutricionista más seguido.

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