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04 agosto 2015

Soy un Susano

En cada trabajo o arreglo del tipo hogareño mi papel es el del “ayudante”. Soy tan inútil que solito voy a parar ahí. Cedo el lugar (sin decirlo, claro) al que sabe. Y el otro, que seguro ve mi temple más bien errático, gana en la posición y se acomoda en su sitio. Y yo en el mío. Que cómodo no estoy. Me siento un inservible. Una delicada señorita de 1,85 metro, medio fofo y mastodonte. Pero ojo, peor sería estar haciendo lo que ese cristiano está haciendo. Peor sería estar tirado por media hora martillando de rabona un zócalo quebrado. Peor sería estar en el último escalón de una escalera enclenque al borde del abismo de un balcón de 7 pisos, intentando poner una tortuga en el techo. Así que no, no me quejo. Porque por otro lado hago re bien mi tarea. Soy un engranaje fundamental de la “maquina”. Mi mamá me dijo que soy tan importante como el otro. Que sin mí la cosa no se podría hacer. Y no, la verdad que no, porque paso en tiempo y forma el martillo; sé distinguir perfectamente entre el destornillador Philip y el otro; soy un experto buscador de los más excéntricos pedidos: “Buscame un tornillito de base chata, como este”; enchufo la agujereadora en el aplique con una calidad re zarpada; soy un capo en sostener la escalera para que no se mueva; y sobre todo tiro comentaros re atinados. Onda: “Uy, está jodido, eh”. En eso nadie me gana. En eso y en mirar sin pestañar la tarea realizada por el otro, de pe a pa. Aunque me agarre la tortícolis de mi vida por mirar el techo en un ángulo completamente supina. No importa, mi misión es esa y tengo que dejar todo. Ir hasta el fondo. Como el encargado de pasar los bisturís y las pinzas al médico en una operación de corazón abierto; como el que infla las gomas de la Ferrari en la Formula 1; como Marcelo Iripino, que se mandaba tremendos largos de pecho en un mar de cartas, y le llevaba, esa, la ganadora a Susana Giménez, con una destreza increíble. 
Porque la cosa es aceptar tu condición: Y yo, en los arreglos domésticos soy el ayudante. ¡Y qué bueno que soy!

Sebastián Culp
2015

4 comentarios:

  1. Entonces no sos un susano. Sos EL Susano. Sos el Susano más groso. El favorito de Susana. O sea. No cualquiera eh!
    Felicitaciones. Marcelito, estás ahí???

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